Según los datos del panel de alimentación publicados recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), los hogares españoles invirtieron un 4% más en vino durante 2018 alcanzando la cifra más alta en los últimos 5 años (1.045 millones de euros).
Por su parte, aunque el vino tranquilo sin DOP ni IGP sigue liderando el consumo en hogares con 161,3 millones de litros, el 44,7% del total, en 2018 se registró la cantidad más baja, con un 7,5% menos que en 2017, a diferencia del vino con DOP, cuyo consumo ha crecido notablemente en los últimos años. Sin embargo, su valor creció un 1,7% hasta los 221 millones de euros debido a la subida de los precios un 10% hasta los 1,37 €/litro, el más alto hasta la fecha.
También ha disminuido el consumo de Cava y espumosos con DOP bajando por segundo año consecutivo tras el gran crecimiento obtenido en 2016. El vino de aguja fue el que más cayó proporcionalmente tanto en volumen (-21,2%) como en valor (-17%), hasta los 5 millones de litros y los 14,8 millones de euros. Su precio medio subió un 5,4% hasta los 2,94 €/litro.
El vino tranquilo con denominación de origen (DOP) ha sido el que más ha aumentado el crecimiento global en valor suponiendo el 56,3% de la inversión total destinada a vino en los hogares españoles, lo cual supone el 38% del total de vino adquirido en alimentación. El consumo de vino tranquilo con DOP lleva creciendo en valor seis años y marcó un máximo histórico en 2018, ya que el precio medio subió hasta los 4,30 €/litro (+5,6%), nunca alcanzado.
Es necesario también apuntar que las bebidas elaboradas con vino, como las sangrías, tintos de verano y vermuts, crecieron un 1,2% en valor durante 2018 hasta alcanzar los 112 millones de euros. Sin embargo, sus ventas cayeron un 4,6% en volumen hasta los 72 millones de litros, con precios que subieron un 6% hasta los 1,56 €/litro.
