La mermelada de vino se puede hacer usando vino tinto, blanco, rosado o incluso uno dulce. Debemos usar siempre un vino joven, que no tenga paso por barrica ni crianza, ya que nos interesa que la mermelada tenga un resultado frutal. Así que, si nos ha sobrado un poco de vino de la cena, podemos usarlo para esta receta, así aprovechamos al máximo la botella.
Sin duda, esta receta puede convertirse en un acompañamiento perfecto en cualquier comida o cena, porque no tiene alcohol, ya que herviremos el vino y el alcohol tiene un punto de evaporación muy bajo y rápido, así que es apta para todos los públicos.
Ingredientes necesarios la mermelada
200 ml de vino: blanco, tinto, o rosado. La clave está en elegir una variedad joven con aromas frutales.
100 gramos de azúcar: La cantidad de azúcar siempre va ser la mitad que usemos de vino. Es decir, media parte de azúcar por cada parte de vino empleada. Por ejemplo, si usamos 300 ml. de vino, usaremos 150 gr. de azúcar.
Vamos paso a paso
Vertimos el vino en un cazo y cuando comience a hervir, bajamos la temperatura a fuego medio y lo mantenemos así durante 5 minutos. Con esto lograremos eliminar el alcohol por evaporación y reducir un poco el vino.
A continuación, añadimos el azúcar y removemos continuamente hasta que reduzca y comience a espesar. ¡Cuidado! Porque esto lo hará muy rápido.
Lo mantenemos a fuego lento hasta que tenga una consistencia cremosa y espesa.
Para mayor espesor podemos añadir un gelificante, como una cucharadita de gelatina neutra en polvo, pectina o agar-agar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque parezca muy líquida, cuando enfríe al día siguiente se volverá mucho más consistente y dura.
Finalmente, guardamos la mermelada en un vaso de cristal y esperamos a que llegue a temperatura ambiente. Una vez que se encuentre en ese estado, lo guardamos en la nevera. La mermelada de vino estará preparada para ser consumida en un plazo de 6 horas, pero para que nos quede perfecta, mejor dejarla en frío durante un día entero.
Una alternativa saludable es cambiar los 100gr de azúcar por 30 de eritritol con un porcentaje superior al 90% y 5 de gelatina neutra. El eritritol es un edulcorante que tiene 0 calorías y un sabor parecido al azúcar. En caso de que no encontremos eritritol, se puede usar sucralosa, pero en ningún caso stevia, aspartamo o sacarina, ya que su uso sería nefasto para el sabor de la mermelada.
Para su presentación, una buena idea es prepararla como entrante o en pinchos y tapeos. En una tostada de pan, acompaña perfectamente a los quesos curados, quesos de cabra y frutos secos. Como guarnición, es el acompañamiento perfecto de carnes rojas y de caza a la plancha.
Es el momento de sacar nuestro lado gourmet y sorprender a nuestros invitados con un plato original y sabroso.
