Al hablar de la Albarín es muy frecuente encontrarse con caras desconcertadas que se preguntan si tiene algo que ver con la Albariño o Albillo. Es relativamente normal, ya que esta gran desconocida cuenta con una extensión mundial de tan solo 90 hectáreas y Gordonzello posee una finca propia de un total de 6 hectáreas.
Sus bayas son pequeñas, esféricas, con ombligo y lenticelas marcadas. El hollejo es grueso, duro, con colores verdosos y amarillentos. Presenta una pulpa consistente y jugosa, con aromas cítricos muy intensos y recuerdos a margarita, melisa y al lichi. Envejecida en barrica resulta muy fina a la par que tersa en boca.
La variedad Albarín Blanca muestra aromas densos y profundos que recuerdan a frutas tropicales y evocan cierta similitud con la Moscatel. En boca deja una agradable y sedosa impresión a todo aquel que la prueba.
Esta variedad exclusiva es autóctona del Noroeste de España, destacando la región de León, que abarca gran parte de la elaboración de vinos blancos. Los vinos elaborados con esta variedad son muy diferentes del resto de variedades blancas, por lo que la Albarín aún tiene muchos paladares que asombrar.
Si aún no la has probado, descubre nuestros Peregrino Albarín y Kyra para sorprenderte.
