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EL COLOR DEL VINO

Los colores de los vinos, ya sean blancos, tintos, rosados o incluso naranjas, son la parte visible de la complejidad del proceso de elaboración. Todos sabemos distinguir por el color qué tipo de vino es cada uno, ¿pero conocemos las causas y curiosidades sobre esta propiedad?

Este despliegue de tonalidades se debe a los flavonoles y antocianos, pigmentos solubles en agua que se encuentran en la piel de las uvas y son responsables de otorgar el color característico a un vino.

Si alguna vez cortas una uva, notarás que, sin importar el color de su piel, la pulpa es incolora en la mayoría de los casos. En la vinificación de vinos tintos, el mosto se mantiene en contacto con las pieles de las uvas tintas, las cuales le confieren su color. En contraste, los vinos blancos no tienen contacto con las pieles durante la fermentación, lo que le da esa ausencia de color real tan característica.

Los vinos naranjas, poco conocidos en el mundo tradicional del vino, son sin embargo una excepción. A pesar de que se elaboran con uvas blancas, su proceso de vinificación se asemeja al de los tintos, ya que el mosto permanece en contacto con las pieles. Esto les proporciona características organolépticas únicas y una personalidad distinta a la de los vinos blancos. El largo contacto con las pieles y la exposición a la oxidación durante su crianza les confieren tonalidades que tienden a acercarse al naranja o al ámbar, de ahí su nombre.

Los vinos rosados se producen siguiendo el mismo proceso que los tintos, pero con una breve y sutil interacción entre el mosto y las pieles de las uvas tintas, determinando así el grado de color que el elaborador desea obtener.

EVOLUCIÓN Y CONSERVACIÓN

Comparar un vino con una persona es un hermoso paralelismo, ambos evolucionan con el tiempo, y al igual que con las personas, algunos vinos envejecen de manera más grácil que otros. Algunos, a pesar de su juventud, pueden aparentar más años de los que tienen.

El color de un vino proporciona pistas sobre su madurez o edad. Con el tiempo, los vinos tintos tienden a perder intensidad, transformando su púrpura vibrante en tonos granates o tejas, reflejando un proceso de envejecimiento. Los vinos blancos, por su parte, pasan de brillantes tonalidades amarillo-verdosas a colores opacos y amarronados, que oscilan entre el dorado y el ámbar. Incluso los vinos rosados revelan su edad, pasando de tonos frambuesa a rosa pálido a tonalidades más apagadas y amarronadas.

No obstante, es posible encontrar vinos que, a pesar de su juventud, muestran signos de envejecimiento prematuro debido a condiciones de conservación inadecuadas. Estos síntomas se manifiestan en su color, aroma o sabor. Por otro lado, algunos vinos pueden conservar un color vibrante y juvenil pero carecer de la vitalidad que deberían reflejar, mostrando un sabor decaído, con falta de alcohol y acidez. Sin embargo, existen notables excepciones, vinos que, a pesar de su color envejecido, mantienen una impresionante vitalidad. También hay aquellos vinos diseñados para un envejecimiento prolongado que, a pesar de mostrar signos de envejecimiento en el color de la copa, envejecen con gracia y mantienen su esencia.

REVELADOR DE VARIEDAD

Especialmente en los vinos tintos, el color puede servir como una importante pista para identificar la variedad con la que ha sido elaborado. Vinos con una capa baja o alta pueden indicar desde tonalidades sutiles,hasta colores intensos y opacos, que no dejan ver a través del líquido.

Es importante recordar que un color menos intenso no debe interpretarse como una falta de carácter, estructura o calidad en un vino tinto. Más bien, refleja el respeto del viticultor por mantener las cualidades inherentes a la uva utilizada en la vinificación.

Estas pistas que el color del vino nos brinda pueden ayudarnos a apreciar y entender mejor lo que hay en nuestra copa. No obstante, no debemos olvidar que una pista estética reveladora de los datos que hemos mencionado, y que el análisis completo de un vino requiere la complicidad del paladar y el olfato.

Bodegas Gordonzello

Alto de Santa Marina, s/n
24294 Gordoncillo (León) España

Publicado

20 Octubre 2023

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