1. Entrantes:
Los entrantes suelen ser variados y llenos de sabores intensos. Para acompañar quesos, embutidos y patés, un vino blanco seco, como un delicioso Albarín, puede ser una elección acertada. Su frescura y acidez equilibrarán los sabores grasos y cremosos.
2. Pavo y Pescado:
El plato principal en muchas mesas navideñas es el pavo o pescado. Un vino blanco estructurado, como podría ser Kyra , nuestro blanco crianza, envejecido en barrica, complementará la carne blanca del pavo. Lo mismo para aquellos que prefieran el pescado.
3. Cordero y Carnes Rojas:
Si el cordero es la estrella de tu mesa, considera maridarlo con un tinto de cuerpo medio a completo. Cualquier prieto picudo podría ser una gran elección, como nuestro Peregrino 14, por ejemplo. Proporcionarán la intensidad necesaria para complementar los sabores robustos de la carne.
4. Postres:
Los postres navideños, desde turrones hasta trufas de chocolate, requieren vinos dulces. Un vino de postre como Antojo, un verdejo dulce excelente, o Peregrino Rosé, de Prieto Picudo, dulce también, maridan perfectamente con la dulzura de estos manjares.
5. Pan de Jengibre y Frutas Secas:
Los sabores especiados del pan de jengibre se potencian con un vino blanco dulce o un vino de hielo. Asimismo, las frutas secas encuentran su complemento ideal en vinos fortificados como el Oporto o el Jerez.
Consejos Generales:
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Variedad de Vinos: Ofrecer una selección de vinos para que los invitados elijan según sus preferencias.
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Temperatura: Asegúrate de servir los vinos a la temperatura adecuada, ya que esto impacta en su sabor.
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Experimenta: No temas experimentar con combinaciones menos convencionales. A veces, las sorpresas más agradables provienen de la audacia en la elección de maridajes.
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Feliz Navidad y salud!!
