Ya han quedado atrás los días de verano, las largas horas de trabajo y la vendimia.
La campaña 2024 ha terminado, sólo las labores de nuestros Enólogos podrán conducir nuestro fruto a su mejor versión en vino.
Tras la vendimia la vid adquiere poco a poco esos colores propios del otoño. Es ahora cuando mejor distinguimos a simple vista nuestras variedades, la Albarín (blanco) en tonos verdes-amarillos y la Prieto Picudo (tinta) en ocres-rojizos.
Es tiempo de reflexión para el viticultor pero también de preparación para una nueva añada, esa añada esperada, esa que siempre está por venir.
Es también tiempo de reponer nutrientes, de arar el suelo y de preparar la vid para su fase vegetativa.
La actividad del viticultor en la viña será clave en el ritmo marcado por las estaciones.
