Cada estación trae consigo nuevas tareas en el viñedo y el trabajo no se detiene nunca.
Mientras algunos asocian el campo con pausas entre campañas, nuestros compañeros de viticultura saben que el cuidado de las viñas es constante y exige adaptación, precisión y compromiso.
Estos días hemos estado realizando tratamientos fitosanitarios preventivos, fundamentales para garantizar la sanidad de nuestras plantas y con ello, la calidad de nuestras futuras uvas.
Este año nos hemos encontrado con un nuevo desafío, las abundantes lluvias han dejado nuestras parcelas de la variedad Mencía con exceso de agua, lo que ha dificultado el acceso con el tractor.
¿La solución? Juan Demetrio Sanz, nuestro Director Técnico de Viticultura, la encontraba.
Hemos incorporado el uso de un dron agrícola para poder tratar esas parcelas encharcadas, donde el paso del tractor no era viable sin dañar el terreno o las cepas.
Gracias a esta herramienta, hemos podido mantener el calendario de tratamientos, sin alterar el equilibrio del suelo, minimizando la compactación y cuidando al máximo nuestro viñedo.
Esta forma de trabajar, que une el conocimiento tradicional con herramientas innovadoras es parte de nuestra filosofía: respetar la viña, adaptarnos a las exigencias de cada campaña y seguir aprendiendo para hacer las cosas cada día un poco mejor.
